El hecho de que existan personas viviendo a la intemperie en las calles de nuestros barrios y ciudades, significa que hemos fracasado estrepitosamente como sociedad.

Vivir en la calle es indigno… y hace indigna a una sociedad, como la nuestra, que dispone de recursos suficientes para evitar este drama.

Este poema me salió del alma anoche, mientras volvía a casa.

VIVIR EN LA CALLE
Vivo en la calle
y busco por las esquinas
una mano que mueva
algún rescoldo,
pues este manto sutil,
que envuelve la ciudad,
abriga poco.

Se hace de noche
y sé lo que me aguarda,
bajo una bóveda
de luces de neón,
con brillo de azul y malva;
yo sólo me quedaré
con lo único que es mío:
la soledad y el frío.

Quizás puedas
comprender ahora
por qué, a pesar de mi dolor,
sonrio…
Cuando todos
me vuelven la espalda,
a falta de amor,
sólo un destello de humor,
me salva.

Manuel Velázquez Martín.