Hoy nuestro Mar Mediterráneo, que ha sido siempre lugar natural de encuentro entre distintos pueblos, culturas y civilizaciones, y espacio abierto para la convivencia y la colaboración, se ha convertido en una de las fronteras entre las mayores desigualdades del planeta: el llamado mundo desarrollado y los países empobrecidos.
Nuestro mar (Mare Nostrum) hoy tiene forma de Cruz que en vez de unir, esta separando nuestras dos orillas.

Esta cruz representa el dolor de nuestros hermanos que intentan acercarse desde el corazón esquilmado de África a las costas de Europa, una cruz y un mar teñidos de sangre… la sangre de nuestros hermanos violentados, muertos y desaparecidos.