EL HOMBRE RICO Y EL POBRE LÁZARO

Esta parábola evangélica es como una radiografía de este mundo injusto donde el derroche de unos es causa de la miseria de otros…y donde aquellos que viven a lo grande se hacen insensibles al dolor de los que sufren. Porque lo peor de la riqueza es, precisamente, esa triste cualidad de volver insensible el corazón…